2025-05-06
“Estar en Cannes Docs supone pasar a otra pantalla, jugar en una nueva liga, vestir de gala el documental”

El documental ‘If You Wish To Make An Apple Pie’, dirigido por la guipuzcoana Nagore Eceiza, se presentará el 18 de mayo en el Spain Showcase de Cannes Docs 2025, un evento coorganizado por ZINEBI, el ICAA y el ICEX. Este proyecto es uno de los cuatro títulos elegidos para representar a España en esta importante plataforma internacional. En su entrevista, Eceiza comparte los desafíos y aprendizajes que ha experimentado durante la creación del documental, cómo se ha ido desarrollando en el proceso de montaje y sus expectativas para el futuro. Por otro lado, su trabajo ‘Zona Wao’ figura actualmente entre los 10 cortometrajes documentales que optan a una nominación a los Premios Fugaz 2025.
¿Cómo surgió la idea de 'If You Wish To Make An Apple Pie' y qué te motivó a desarrollarla como documental?
Conocí a Dorine en un rodaje en India, en 2017. Un día apareció en el set para vestir y maquillar a la actriz de mi anterior cortometraje. Me fijé en su particular forma de sujetar el pincel; las manos, a veces, nos cuentan cosas. Le pregunté si era pintora. Me respondió que sí.
El último día de mi estancia en India fui a visitar su estudio y, allí, mientras desenrollaba enormes lienzos que descubrían imaginarias estructuras arquitectónicas de acrílico en blanco y negro, nos confesamos intimidades, tal vez escudadas en la idea de que no nos volveríamos a ver nunca más. Descubrí un gran secreto y una gran artista.
Volví a Donostia con un pequeño cuadrito suyo que me cabía en la maleta, y lo colgué en la pared de mi casa. Las paredes de mi casa están desnudas y son blancas. Me gustan los espacios vacíos. Tal vez sea porque, en esta profesión, paso el día recibiendo impactos visuales, y llegar a casa y ver todo blanco y vacío me relaja.
Llegó el COVID. El mundo se paró. Y yo me quedé en casa, mirando ese único cuadrito que adornaba esas paredes blancas. Por fin tenía tiempo… y empecé a escribir.
¿Cuál ha sido el mayor reto a la hora de abordar este proyecto?
Los 8.000 km de distancia que hay entre Donostia y el lugar donde sucede la historia, en India. Y los giros que ha dado la vida de los protagonistas a lo largo de estos años. Al fin y al cabo, ‘If You Wish To Make An Apple Pie’ comenzó siendo un relato que nada tiene que ver con lo que es actualmente, y que probablemente siga cambiando hasta el corte final.
Saber acompañar a una historia tan variable, delicada y quebradiza; asumir sin frustración que nada será como yo quiero que sea; aprender a adaptarme a cada curva sin que se me salga el corazón por la boca, y vivir todo el proceso de realización de la película haciendo equilibrios sobre un alambre... con la misma fragilidad, pero a la vez con la misma determinación con la que la protagonista vive su vida.
El proyecto pasó en 2020 por la iniciativa ZINEBI Networking. ¿Cómo influyó esta experiencia en el desarrollo del documental?
Zinebi fue el primer festival que apoyó el desarrollo de la película. Fue el primer mercado que apostó tanto por mí, siendo una directora novel, como por el tratamiento del tema. Zinebi y la ayuda que recibí a guion del Gobierno Vasco fueron determinantes a la hora de decidir si dar forma a ‘If You Wish To Make An Apple Pie’ o dejarla como una ilusión más.
Hay sectores del audiovisual vasco que han sido claves en el impulso inicial de la película: las ayudas del Gobierno Vasco, el programa NOKA, Zinebi y Lau Haizetara. Luego llegaron más apoyos y todos han sido determinantes en esta carrera de fondo.
Desde la creación del proyecto hasta la actualidad, ¿cómo ha sido el viaje hasta Cannes Docs?
Está siendo un viaje muy largo, de mucho aprendizaje. Nunca imaginé, aquel día en que me fijé en las manos de Dorine, que esa pregunta que le lancé iba a modelar mi vida y la suya. Estamos hermanadas y nuestras vidas han quedado conectadas.
Se han creado muchas alianzas en este tiempo, y he tenido la oportunidad de compartir procesos creativos muy enriquecedores con las directoras Celia Rico y Diana Toucedo. He recibido muy buenas lecciones de Vanesa Fernández, el impulso de Jara Ayucar desde las instituciones, y Koldo Almandoz alimentó mi imaginación en el prólogo de este viaje. Aranzazu Calleja se embarcó la primera en el proyecto, y desde entonces ha puesto la banda sonora dentro y fuera de la película. Sandra Mora ha sido mi maestra, mi cobijo, mi apoyo incondicional. Izaskun Arandia me cogió de la mano cuando ya intentaba respirar como un pez fuera del agua. Josemi Beltrán ha sido testigo de mis sombras... Podría seguir. Los y las profesionales que forman parte de algún capítulo de esta historia suman ya una larga lista.
A todas estas personas y a otras tantas que son ya créditos en la película: ¡gracias!
¿Qué supone estar en un espacio como Cannes Docs y qué actividades tenéis previstas dentro de Spain Showcase?
Estar en Cannes Doc supone pasar a otra pantalla, jugar en una nueva liga, vestir de gala el documental. Supone el reconocimiento del proyecto a nivel internacional, colocarlo en primera línea y que los focos de interés nos iluminen directamente. Y no vamos a desaprovechar esta ocasión. En Cannes vamos a mostrar por primera vez 10 minutos del metraje de la película y vamos a conocer las reacciones de profesionales de sectores muy relevantes para nosotras en este momento. Buscamos la atención de agentes de ventas internacionales, festivales para el estreno y fondos que nos ayuden a completar lo que nos falta de financiación.
¿En qué etapa se encuentra actualmente el proyecto y qué pasos vienen después?
‘If You Wish To Make An Apple Pie’ tiene por delante un proceso de montaje que se extenderá durante varios meses. Tenemos, en total, 120 horas de material grabado a lo largo de tres años, y el puzzle seguirá transformándose. Esta es una película que, en gran medida, se va a construir en el montaje, y todavía hay partes que no tengo resueltas. Pero, a diferencia del principio, ya no me alarmo. Algo positivo que he aprendido en este tiempo es a disfrutar jugando con el material, a explorar sin miedo ni drama. Hace años le dije a Dorine, la protagonista de la película, que imaginaba un día en que ella y yo pasaríamos por una alfombra roja de la mano. Y creo que en 2026 puede suceder.